Hola, bienvenidos a este espacio que quiere ser un cuaderno abierto donde podáis acercaros a los proyectos y actividades que están en marcha y al registro de algunos de mis trabajos.

Aquí encontraréis a la Eva poeta, a la dramaturga, a la directora de escena, a la profesora ...

Para todos buena estrella y paz en los corazones.

lunes, 15 de diciembre de 2014

SOBRE LA SAL, LOS DÍAS PERDIDOS Y OTROS TÍTULOS DE GUERRA

La estudiosa María Luisa  García-Manso ha dedicado un extenso artículo a las relaciones de cinco dramaturgas contemporáneas con respecto al conflicto bélico de la antigua ex-yugoslavia. No deja de ser sorprendente y de merecer una profunda reflexión cómo este hecho histórico desencadenó en cinco autoras españolas la necesidad de creación. En mi caso la llamada fue doble, durante 1997, en pleno conflicto, escribí LOS DÍAS PERDIDOS, que mereció una Ayuda a la Creación de la Comunidad de Madrid y fue editada por la Asociación de Autores de Teatro. Años más tarde y superado el conflicto, que no las secuelas, en 2006, volví sobre el tema con otro texto de estética y planteamientos muy distintos. LA SAL, mereció una recomendación del jurado del Premio Escena Contemporánea. En 2012 revisé el texto que se montó, con dirección de Cristana Lügstennman, dentro del ciclo de creadoras Noviembre Vaca. El texto se editó en manera bilingüe en castellano y catalán.

Los saltos de forma y estructura entre los dos textos son notables. En 1997 las condiciones de producción no me condicionaban tanto, era muy joven y con ganas de experimentar el lenguaje dramático, así que la propia dimensión épica del conflicto me llevó a una estructura coral, con trece personajes a los que dar voz e interrelacionar entre sí. Con LaSal sin embargo hice una obra de dimensiones íntimas, sólo tres personajes, tres desconocidos que, a su pesar, forman una extraña familia y están condenados a pensarse, soñarse, recrearse..., y por tanto las tres voces se multiplican fantasmagóricamente con registros distintos en la cabeza de cada cual.
Cuando escribí LOS DÍAS PERDIDOS, imaginé a todos los actores viejos, decrépitos, viviendo una vida en descomposición. Con LASAL imaginé un juego de fantasmagorías que desde la sombra colapsan la luz de los vivos.

Agradezco a María Luisa García Manso el interés que se ha tomado en nuestras obras y recomiendo la lectura de su artículo. Creo que el que cinco escritoras nos sintiésemos impelidas a trabajar con este doloroso tema tiene un sentido dentro de la perspectiva del teatro que aún nos empeñamos en seguir construyendo (desde el texto, desde los escenarios) en este nuestro desarbolado país, día a día.

Este es el resumen del artículo según su autora:
 
Las guerras de secesión de la antigua Yugoslavia (1991-2001)
causaron una gran conmoción en la sociedad española. Las imágenes mostradas
en la televisión y la prensa se convirtieron en el desencadenante de la
creación dramática de varias autoras españolas que comenzaron su andadura
escénica entre los años noventa y principios del siglo XXI. Las seis obras dramáticas
incluidas en este estudio —Fuga (1994), de Itziar Pascual; Los días
perdidos (1997), de Eva Hibernia; La ciudad sitiada (1997), de Laila Ripoll;
Un lugar estratégico (2005), de Gracia Morales; Belgrado (2008), de Angélica
Liddell; y laSal (2012), de Eva Hibernia— permiten plantear diversas cuestiones
en torno al impacto de género de las guerras, el papel de la comunidad
internacional y la representación del horror en el teatro

y el enlace del artículo en la revista de filología de la UNED:
http://revistas.uned.es/index.php/REI/article/view/12143